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Overlord 6/VI/1944

7 Jun

Llego tarde. Lo se.

Con el agua al cuello, foto tomada por Robert Capa. Normandía 6 de junio de 1944

Con el agua al cuello, foto tomada por Robert Capa. Normandía, 6 de junio de 1944

Ellos llegaron a tiempo a vivir el día más largo de sus vidas, para algunos (muchos) el más breve. Para Stalin llegaban un año tarde, quizás incluso dos. La culpa la tenía Roosevelt y su propensión a quedar bien con todos,por culpa de ella  falló en su promesa de abrir un segundo frente en primavera de 1942. Mientras tanto, los soviéticos seguían aguantando el peso de la lucha en el frente oriental.

Lo cierto es que, el 6 de junio de 1944, cinco playas de Normandía, Francia, fueron tomadas al asalto por tropas norteamericanas, británicas y canadienses. Horas antes, miles de paracaidistas y tropas aerotransportadas fueron lanzadas tras las defensas costeras alemanas. Hubo quien, como el autor de la fotografía que ilustra el inicio de este post, Robert Capa, desembarcó en la segunda oleada de tropas norteamericanas en la playa Omaha, la más sangrienta, como los propios soldados tuvo que soportar la tenaz, feroz resistencia de las tropas alemanas apostadas en el Muro Atlántico. El fotógrafo, fundador de la Agencia Magnum y autor de algunas de las mejores imágenes de nuestra guerra civil, tomó 106 fotografías en ese momento memorable del desembarco, pero sólo 11, las conocidas como las Once Magníficas, sobrevivieron a las torpes manos del encargado de revelarlas. No fue un héroe Robert Capa, al menos no un héroe en el sentido «guerrero» del término, sin embargo vivió de cerca tres de los conflictos más importantes del siglo: la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Indochina, que se convertiría en su tumba, en 1954.

Dice Steven Spielberg, que fueron las fotos de Capa la que inspiraron su visión del desembarco en Omaha Beach que nos muestra en su Salvar al Soldao Ryan. Probablemente así sea, ya que, junto con las obras de Stephen E. Ambrose reflejan con bastante fidelidad lo acontecido en los  desembarcos.

Omaha Beach según Spielberg

Todo esto viene al caso porque he descubierto una interesantísima web acerca del Día D, se trata de un proyecto del Channel 4, del Reino Unido, en ella se refleja lo acontecido en ese momento, minuto a minuto desde el punto de vista de diversos protagonistas del momento. Aquí queda mi recomendación, no dejéis de explorar esa web.

La web del Día más largo

7/XII/1941: El día de la infamia; setenta años después

8 Dic

¡Venganza! El día de la infamia

Hoy es el día en que los norteamericanos recuerdan lo que ellos llaman el Día de la Infamia, el día que los japoneses decidieron atacar la base norteamericana de Pearl Harbor, en Hawaii, el 7 de diciembre de 1941. El ataque que cambió el curso de la II Guerra Mundial, al implicar a los EE.UU. en la misma. Con ese motivo algunos medios de comunicación han sacado especiales, sobre todo fotogalerías. Incluyo enlaces a las mismas además de la reproducción de la edición de La Vanguardia del 9/XII/1941, con toda la información sobre el ataque y el devenir de la guerra en esos momentos

Por otra parte, dejo aquí un pequeño vídeo sobre algunas otras víctimas indirectas de este infame ataque.

Fotogalería en el diario El País

Fotogalería en la revista Life

La Vanguardia 9-12-1941

Artículo en el diario El Mundo

El preludio del Holocausto: Kristalnacht

8 Nov

Sello conmemorativo del 50 aniversario de la Kristalnacht

Cada nueve de noviembre es día de recordar el que fue el preludio del Holocausto: la Noche de los Cristales Rotos, o dicho en alemán Kristalnacht (la noche de cristal). En las horas que pasaron entre la noche del 9 y la mañana del 10 de noviembre de 1938 se produjo un verdadero progromo por todo el territorio alemán: Alemania, la Austria anexada, y las áreas de los Sudetes de Checoslovaquiarecientemente ocupadas por tropas alemanas.  Esta oleada de violencia debe su nombre a los fragmentos de vidrios rotos que cubrían las calles alemanas después del pogromo: procedían de las ventanas de sinagogas, casas, y negocios judíos saqueados y destrozados durante la violencia.

Después de estos hechos, el gobierno alemán explicó que la Kristallnacht había estallado como una respuesta espontánea de sentimiento público en respuesta al asesinato de Ernst vom Rath, un oficial de la embajada alemana en Paris a manos del activista judío polaco Herschel Grynszpan. En realidad esto fue sólo el pretexto usado por el gobierno nazi alemán.

Vom Rath murió a causa de sus heridas el 9 de noviembre de 1938, dos días después del atentado. El día de su muerte coincidió por casualidad con el aniversario del putsch de 1923, ocurrido en una cervecería de Múnich; un aniversario importante en el calendario Nacional Socialista. Los líderes nazis, reunidos en Múnich para la conmemoración, eligieron usar la ocasión como pretexto para lanzar una noche de excesos antisemitas. El ministro de Propaganda Joseph Goebbels, instigador principal del pogromo, dio a entender a la Vieja Guardia del partido allí reunida que el “Judaísmo Mundial” había conspirado para cometer el asesinato de vom Rath y anunció que,

“el Führer ha decidido que … las manifestaciones no deberán ser ni preparadas ni organizadas por el Partido, pero en tanto estallen espontáneamente, no deben obstaculizarse”.

Las palabras de Goebbels se convirtieron en órdenes para desencadenar el pogrom. Después de su discurso, los líderes regionales del Partido dieron instrucciones a sus oficinas locales. La violencia empezó a estallar en varias partes del Reich durante toda la noche y la madrugada del 9 al 10 de noviembre. A la una y veinte de la mañana el 10 de noviembreReinhard Heydrich, como jefe de la Policía de Seguridad (Sicherheitspolizei o Sipo) mandó un telegrama urgente a las oficinas centrales y estaciones locales de la Policía Estatal y a los líderes de las SA en sus varios distritos, que contenía directivas respecto a los disturbios. Equipos de las SA y la Juventud Hitleriana a través Alemania y sus territorios anexados participaron en la destrucción de casas y negocios judíos; miembros de muchos de los equipos llevaban ropa de civiles para apoyar la ficción que los disturbios eran expresiones de la “reacción del público indignado”.

En el sentido de las agujas del reloj: Vom Rath, Grynszpan, Heydrich y Goebbels sobre el fondo de una sinagoga ardiendo

A pesar de la apariencia exterior de una violencia espontánea, y los caracteres locales del pogrom en las distintas regiones del Reich, las órdenes centrales que venían de Heydrich contenían instrucciones específicas: los alborotadores “espontáneos” no podían tomar medidas que pudieran dañar personas o propiedad alemana no judía; no podían someter a los extranjeros (aún los extranjeros judíos) a actos violentos; y tenían que sacar los archivos de las sinagogas antes de destrozar esas y otras propiedades de las comunidades judías, y debían transferir esos archivos al Servicio de Seguridad (Sicherheitsdienst, o SD). Las órdenes también indicaban que los oficiales de la policía debían arrestar la mayor cantidad de judíos que las cárceles locales pudieran alojar, preferiblemente hombres jóvenes y sanos.

Relojería destruida en Munich durante la Kristalnacht

Los alborotadores destrozaron 267 sinagogas a través de Alemania, Austria, y los Sudetes. Muchas sinagogas ardieron toda la noche, a plena vista del público y los bomberos, que habían recibidos ordenes de intervenir solamente para prevenir que la llamas se extendieran a edificios cercanos. Miembros de las SA y la Juventud Hitleriana a través del país destrozaron las vitrinas de aproximadamente 7.500 establecimientos comerciales de propiedad judía y los saquearon. Los cementerios judíos también fueron particular objeto de profanación en muchas regiones.

El pogrom fue particularmente destructivo en Berlín y Viena, hogar de las dos comunidades judías más grandes del Reich alemán. Grupos de hombres de las SA rondaban por las calles atacando judíos en sus casas y forzándolos a realizar actos de humillación publica. Aunque el asesinato no figuraba en las directivas centrales, Kristallnacht se cobró las vidas de por lo menos 91 judíos entre el 9 y 10 de noviembre. El archivo policial del periodo documenta que un alto número de violaciones y suicidios ocurrieron con posterioridad a los disturbios.

Todo un preludio de lo vendría después de la Conferencia deWannsee.

Un día inolvidable

20 Oct

Esperemos que, para bien, este sea un día inolvidable