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27 de enero: una fecha para recordar el Holocausto

26 Ene

Rótulo en la entrada al campo de Auschwitz, "Arbeit macht frei": El trabajo libera

El 1 de noviembre de 2005 la Asamblea General de Naciones Unidas decidió por consenso designar al 27 de enero Día Internacional de Conmemoración anual de las víctimas del Holocausto. La iniciativa fue auspiciada por Australia, Canadá, Israel, Rusia y Estados Unidos, y más tarde se sumaron unos 90 países, España entre ellos. El 27 de enero es la fecha en que conmemora la liberación de los campos de concentración nazis en Europa, en 1945. Esta resolución insta a los Estados miembros a elaborar programas educativos que inculquen a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto, para prevenir actos de genocidio.

Esta resolución, además, rechaza toda negación de ese hecho histórico y condena las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades sobre la base de su origen étnico o sus creencias.

Con este motivo el diario El Mundo ha incluido en su edición de Internet un especial titulado Viaje al Holocausto, del cual tenéis un enlace en la sección titulada Aniversarios Históricos de este blog.

La memoria de los supervivientes

18 Ene

Cartel de Shoah, 1985

En 1988 Claude Lanzmann presentó en España su último film, era un documental de nueve horas y media de duración. Dicho así suena un poco salvaje, da miedo enfrentarse a una película de semejante tamaño (más o menos como la versión del director de las tres partes de El señor de los anillos, de Peter Jackson). Aquel documental era Shoah, ya se había estrenado en cines de toda Europa tres años antes.

Pocas personas en nuestro país han visto completo este documental. Pocas veces ha sido emitido en alguna televisión española, siempre a altas horas de la madrugada, siempre a traición. Hoy lo he recordado al leer una entrevista a su autor en el diario El País. En ella habla sobre la forma en que el cine ha reflejado el exterminio de los judíos europeos, usando para ello los ejemplos de La lista de Schindler, de Steven Spielberg, La vida es bella, de Roberto Benigni y El tren de la vida, de Radu Mihaileanu.

Creo que se trata de un documento interesante, por ello os dejo aquí el enlace a la entrevista completa y algunos vídeos. Los dos primeros recogen momentos de una de las entrevistas que aparecen en el documental de Lanzmann, se trata de Abraham Bomba, un peluquero de Holon, Israel, que cuenta su experiencia en Treblinka.

Entrevista a Claude Lanzmann

Este otro vídeo recoge uno de los momentos más emotivos e inquietantes de la película de Spielberg La Lista de Schindler

El último vídeo es una serie de imágenes de la película de Roberto Benigni La vida es bella, con el fondo musical  de una adaptación cantada por Noa y Miguel Bosé de la banda sonora de este film.

Podían haberlo dicho antes

8 Dic

Caja con los supuestos restos mortales de Hitler

Durante décadas muchos afirmaron haberlo visto en distintos lugares del planeta, especialmente en Sudamérica. El FBI y la OSS, luego CIA, invirtieron muchísimo dinero y horas de sus agentes en tratar de localizar a un anciano que se parecía a Adolf. Pero no. Estaba muerto; se había matado el solito sin ayuda de nadie.

Lo decían los periódicos: "Hitler ha muerto"

Los esbirros que le acompañaban en el búnker quemaron su cadáver, el de su esposa (por poco tiempo) Eva Braun y los de la familia Goebbels. Luego llegó el Ejército Rojo, que encontró los restos. Las autoridades soviéticas mandaron enterrar los restos y… Efectivamente, ahí empezó la leyenda, el hombre al que muchos vieron o creyeron ver. El hombre al que una gran manada de fanáticos esperaba igual que al Mesias (no confundir con los polvorones).

Y no, mejor que esperasen sentados, porque según ha salido a relucir hoy en la prensa (diario El Mundo), los rusos confiesan que destruyeron sus restos pero que aun conservan algunos fragmentos del mismo.

Y yo me pregunto ¿no habría sido mejor decirlo antes? Y la de tabarra neonazi que nos habríamos ahorrado.

Mujeres en la Segunda Guerra Mundial

25 Oct
Mujeres construyendo un B-17

Mujeres construyendo un B-17

Hace ya algún tiempo colgué aquí una serie de carteles de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial, intenté dar más relevancia a aquellos que aludían al trabajo de las mujeres en la retaguardia.

Casualmente hoy he encontrado una estupenda galería de fotos que ilustran estos mismos asuntos. pertenecen a la revista Life. Aquí os dejo el enlace Espero que las disfrutéis, y que aprendais a valorar el papel de la mujer en un conflicto tan devastador como aquel.

Mujeres en lucha

70 años después…

3 Sep

70 años, casi tres cuartas partes de un siglo. 1 de septiembre de 1939 – 1 de septiembre de 2009. Seguimos, tanto tiempo después, hablando de los mismos tópicos: el holocausto judio, el nazismo, los errores de uno y otro bando, las bombas atómicas…, pero aun quedan muchísimas verdades por revelar, aun pesa sobre algunas de ellas el secreto de Estado, la prohibición de hacer públicos algunos documentos que, en algunos casos, se alargará hasta cien años depués de concluido el conflicto ¿Para qué?

Pero yo también sigo con lo mío. Sigo sin convencerme de que la II Guerra Mundial comenzase el 1 de septiembre de 1939. Sinceramente, no creo siquiera que la I Guerra mundial acabase el 11 de noviembre de 1918, no creo tampoco que hubiese un «periodo de entreguerras», el siglo XX es un siglo de guerras sucesivas, encadenadas, generalmente unas son consecuencia directa de otras.

Ahora, setenta años después, se desata la polémica: ¿Quién y cuándo comenzó la guerra? La Rusia nostálgica de glorias imperiales y estalinistas (vamos, lo mismo) se descarga de responsabilidades, el FSB (heredero del KGB) publica supuestos documentos secretos que libran de toda responsabilidad a la URSS en el inicio de hostilidades en la II Guerra Mundial. Como si el Pacto Molotov Ribbentrop no hubiese tenido ningún efecto en el inicio de la guerra. Como si el 17 de septiembre de 1939 la URSS no hubiese invadido Polonia también, como si no hubiese ocupado Estonia, Letonia, Lituania, como si no hubiese atacado a Finlandia, como si no hubiese ejecutado a más de 22.000 oficiales polacos en Katyn.

Soldados alemanes y tanquista soviéticos intercambian cigarrillos en Polonia, 20 de septiembre de 1939

Soldados alemanes y tanquistas soviéticos intercambian cigarrillos en Polonia, 20 de septiembre de 1939

Ninguno de los participantes en la II Guerra Mundial puede eludir su grado de responsabilidad en el peor conflicto de la Historia; como ya he dicho anteriormente fue una guerra que había que ganar, pero no a cualquier precio. No dejando tras de sí una estela de errores terribles que, setenta años después, vienen a recordarnos el horror. Como decía Marlon Brando en los minutos finales de Apocalipsis now «el HORROR«.

Pd.: Pese a todo aquí incluyo un vídeo sobre el que ha sido considerado el primer acto bélico de la II Guerra Mundial, el bombardeo de la ciudad de Danzig (Gdansk) por parte del acorazado de la Kriegsmarine Schleswig Holstein

 

Un triunfo poco limpio V: Un aliado incómodo

2 Ago
Cuando iniciaba esta serie sobre la victoria aliada en la II Guerra Mundial decía que, para mí, Hitler y sus secuaces representaban el mal absoluto, pero Stalin estaba a su altura, superándolos en ocasiones. Sin embargo, hoy día hay una diferencia bien clara (aun cuando los dos fueron tiranos criminales):

Según las estimaciones de sociólogos, un 42% de los rusos cree que el país necesita «una mano fuerte». El 36% dice que la contribución de Stalin a la victoria en la guerra contra Hitler «es lo más importante, independientemente de los errores o vicios que se le achaquen». Uno de cada cinco rusos piensa que «un dirigente duro es el único que podría mantener el orden frente a las amenazas externas y en las condiciones de fuerte lucha clasista», y que Stalin «fue un líder sabio que hizo de la URSS una potencia poderosa y próspera». Por último, el 16% opina que los rusos «jamás podrán prescindir de un líder como Stalin». «Temprano o tarde, vendrá para poner orden». (Fuente: Agencia Novosti)

Pocos, muy pocos alemanes de hoy día defenderían la imagen de Hitler o reclamarían su vuelta. Algún día trataremos de explicar esta creciente valoración positiva de Stalin en la Rusia actual.

Stalin se alió a Churchill y Roosevelt en la guerra contra el Eje a partir de 1941 ¿Dónde había estado los dos años anteriores? Veamoslo

En 1939, von Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores del Reich alemán, y Molotov, su homólogo soviético, firmaron en Moscú un pacto de no agresión, Stalin era testigo de esta firma. Este pacto no se quedaba en una simple declaración de principios según la cual ninguna de estas potencias emprendería una guerra contra la otra en 10 años; además, incluía entre sus claúsulas el reparto de Polonia entre ambos firmantes, así como los derechos de la URSS a ocupar Finlandia, Letonia, Lituania, Estonia y la Besarabia.

De resultas de ese pacto, cuando los alemanes invadieron Polonia en septiembre de 1939, los soviéticos avanzaron ocupando su parte del territorio polaco hasta establecer una frontera con la parte alemana en el río Bug. Mientras los alemanes se dedicaban a exterminar a los judíos polacos en su parte del territorio, los soviéticos se dedicarfon en su parte a la práctica de su «deporte favorito» las purgas. En la primavera de 1940 22.000 ciudadanos polacos, sobre todo oficiales del ejército, fueron ejecutados en el bosque de Katyn

Masacre en Katyn

Masacre en Katyn

En noviembre de 1939 los soviéticos se lanzaron sobre Finlandia, en lo que se conoce como guerra de invierno. La guerra Ruso-Finesa fue para los alemanes una muestra más de la debilidad militar de su socio en la que unas fuerzas inferiores y bien entrenadas finesas pudieron darle muchos sustos al gigante soviético, lo que reforzó las teorías alemanas de que Rusia seria una presa fácil para la bien entrenada Wehrmacht, por no decir que los servicios secretos alemanes y prácticamente todos los occidentales infravaloraban las fuerzas soviéticas y dedicaron mayor interés en mantenerse informados de otros ejércitos nacionales que el ruso. Cabria mencionar que los únicos que no menospreciaban al ejército sovietico eran los japoneses que se midieron con ellos en la batalla de Khalkhin Gol (Jaljin Gol), o para los japoneses el incidente de Nomonhan, donde las tropas japonesas sufrieron un buen rapapolvo por parte del general Zhukov.

Tropas alemanas en Rusia, 1941

Tropas alemanas en la URSS, 1941

No obstante, las descerebradas aventuras de Mussolini en Albania y Grecia retrasaron los planes alemanes para emprender la Operación Barbarroja , la invasión alemana de la URSS, a partir de la madrugada del 21 de junio de 1941. Los alemanes ocuparon todo el territorio de Polonia e invadieron el que había sido hasta ese momento su copartícipe en la invasión de polonia de 1939. Cuando las tropas alemanas alcanzaron Smolensko sacaron a la luz uno de los mayores crímenes de guerra de los soviéticos: las fosas de Katyn.

Hay que apuntar que, de no ser por el descubrimiento alemán, seguramente hoy todavía no tendríamos noticias de las masacres cometidas por los soviéticos contra los polacos (de hecho, las de Katyn no fueron las únicas fosas comunes descubiertas por los nazis; hubo más, entre las que destacan las de Vinnytsia, en Ucrania, donde había casi 10.000 personas ejecutadas por la NKVD entre 1937 y 1938). Los aliados occidentales nunca quisieron creer que ese crimen lo hubiesen cometido los soviéticos y alegaron que todo era una campaña de prolpaganda nazi. Los polacos conocían bien los detalles que habían precedido a aquella carnicería. Sabían de los encarcelamientos de la intelligentsia polaca tras la invasión soviética, y que desde la primavera de 1940 nada se sabía de la mayoría de sus componentes. Y tampoco habían olvidado las evasivas mostradas por Stalin en 1941 ante las preguntas sobre los desaparecidos.   

Sikorski, primero por la izquierda, junto a Churchil.

Sikorski, primero por la izquierda, junto a Churchill

La actitud que mantuvieron los británicos a continuación dio vergüenza ajena, pues se propusieron ahogar las protestas de los polacos. El 24 de abril, Churchill escribió a Stalin diciendo que “estoy valorando la posibilidad de silenciar aquellos de cuantos periódicos polacos se publican en este país que atacan al gobierno soviético”, e incluso a Sikorski. También disculpó el hecho de que tanto las autoridades polacas como los alemanes hubiesen coincidido en la necesidad de emprender una investigación. Como si la disculpa fuese necesaria. En cualquier caso, las palabras de Churchill a Stalin ponen de manifiesto el éxito que había tenido la estrategia soviética de atacar a los polacos. El gobierno polaco en el exilio se sorprendió de ver que eran sus integrantes quienes estaban siendo amonestados por protestar ante un crimen que, aparentemente, había cometido uno de sus aliados.

 Creo personalmente que, cuando vieron caer el avión de Sikorski en Gibraltar (en un accidente probablemente provocado por agentes del NKVD con la connivencia británica) todos los mandos aliados respiraron aliviados al ver que no se quebraría su alianza de guerra con los soviéticos. Una alianza extraña, contra natura si queremos decirlo así.

Tribunal de crímenes de guerra de Núremberg

Tribunal de crímenes de guerra de Núremberg

 El remate de todo este despropósito (alianza con un individuo igual o más peligroso que Adolf Hitler) vino dado por los juicios de Nuremberg: en el tribunal había un magistrado soviético, un individuo que representaba a un Estado que había cometido crímenes tan deplorables como los que él debería juzgar. Y lo cierto es que sólo ayudando a los soviéticos se podía vencer a los nazis, pero quizás no habría que haber cedido a todas las exigencias de Stalin y haber supervisado mejor los acuerdos de posguerra y aumentar las exigencias morales a tan incómodo aliado

Un triunfo poco limpio IV: Refugiados rechazados

1 Ago

Acabo de terminar un libro de Nicholson Baker titulado Humo humano; trata sobre los orígenes de la II Guerra Mundial, y lo hace de un modo diferente a otros ensayos. Casi al concluir la lectura de este libro que, cronológicamente acaba en 1941, me topé con un episodio que desconocía por completo y que me ha hecho retomar esta miniserie de entradas acerca de esa victoria tan poco limpia que fue la de los aliados.

El Struma frente a Estambul

El Struma frente a Estambul

Se trata del caso del Struma, un buque cargado de refugiados judíos hundido en el Mar Negro en febrero de 1942. Asustados de los horrores que se perpetraban en Europa Oriental, 769 judíos intentaron huir a Palestina a bordo el Struma. Pero, en vez de encontrar la libertad, encontraron un mundo que no quiso cargar con esta responsabilidad. El 12 de diciembre de 1941, un barco griego con un capitán búlgaro (G.T. Gorbatenko) bajo bandera panameña, salió de Constantina, Rumania, en dirección a Palestina. Los 769 pasajeros habían pagado un precio desorbitado. Les habían dicho que debían navegar a Palestina, con una corta escala programada en Estambul, para tomar sus certificados de inmigración palestinos. Cuando los 769 judíos llegaron para subir a la nave, encontraron un viejo barco de transporte de ganado. El barco estaba decrépito y extremadamente mal equipado para este viaje (tenía solamente un cuarto de baño para todos los pasajeros y no había cocina). Puesto que los pasajeros habían dado todo cuanto poseían para este viaje a la libertad, esperaban que éste fuese breve y sin peligros.

El trayecto a Estambul fue complicado ya que el motor del barco se averió, pero por fin alcanzaron el puerto turco tras tres días de navegación. Allí, las autoridades turcas no permitirían que los pasajeros desembarcaran. En lugar de ello, el Struma fue fondeado a poca distancia de la costa. Mientras trataban de reparar el motor, forzaron a los pasajeros a permanecer a bordo  en un encierro que se prolongó durante varias semanas. En Estambul los pasajeros descubrieron que no había certificados de inmigración para ellos. Habían sido engañados al pagar los pasajes creyendo que éstos incluían dichos certificados. Los británicos, que controlaban Palestina, habían oído hablar del viaje del Struma, y no estaban dispuestos a admitir más refugiados en aquel territorio; alegaban para ello lo dictaminado en el Libro Blanco. Los Británicos temían que, de admitirlos, les siguiesen muchos más buques de refugiados. También, miembros del gobierno británicos utilizaron la excusa a menudo empleada contra los refugiados y los emigrantes, de que podría haber espías enemigos mezclados entre los refugiados. Por ello habían pedido al gobierno turco que evitase que buque atravesase los estrechos. Los turcos se mantenían firmes en no dejar desembarcar a este grupo de personas en territorio turco. Trataron entonces de volver a Rumania, pero el gobierno rumano, aliado de los nazis y bastante antisemita, no permitía este retorno. Mientras tanto, los pasajeros vivían un angustioso encierro  a bordo.

 

Angustiosa espera a bordo del Struma

Angustios espera en la cubierta del Struma

Aun cuando viajar a bordo de un buque decrépito quizás les habría parecido soportable por algunos días, la vida a bordo durante semanas comenzó a causar serios problemas de salud física y mental. No había agua potable a bordo y las provisiones habían sido consumidas hace tiempo. El barco era tan pequeño que no todos los pasajeros podían estar sobre cubierta simultáneamente, tuvieron que organizar turnos para poder abandonar las sofocantes bodegas y tomar aire fresco en cubierta. Los pasajeros seguirían aislados durante diez semanas. Aunque muchos estaban enfermos, sólo se permitió desembarcar a una mujer y sólo porque estaba en un estado de gestación muy avanzado. El gobierno turco entonces anunció que si no había una decisión clara antes del 16 de febrero, enviarían al Struma de nuevo al Mar Negro.

 Cuando se acercaba el final del plazo dado por el gobierno turco, los británicos accedieron a permitir que algunos de los niños entrasen en Palestina. Anunciaron que se permitiría entrar en Palestina a los niños de entre once y dieciséis años. Pero esto era bastante problemático: el plan consistía en que los niños desembarcasen para viajar a través de Turquía para alcanzar Palestina. Desgraciadamente, los turcos seguían siendo rigurosos sobre no admitir a ningún refugiado, por ello no aceptaron el plan británico. Además de esta negativa turca, Alec Walter George Randall, Consejero del Foreign Office británico (Ministerio de Asuntos Exteriores), consideró un problema adicional: aun en el caso de que los turcos aceptasen este plan, ¿quién llevaría a cabo el proceso de selección de los niños y quién los apartaría de sus padres, con el consiguiente desgarro familiar?

El plazo se alargó una semana más. Sin embargo, en la noche del 23 de febrero de 1942, la policía turca subió a bordo e informó a sus pasajeros que debían salir de las aguas jurisdiccionales turcas. Los pasajeros protestaron e incluso manifestaron una cierta resistencia aunque inútilmente.Remolcaron al buque aproximadamente seis millas de la costa (algo más de diez kilómetros) abandonándolo a su suerte. Todas las tentativas de reparar el motor habían fallado. El buque iba a la deriva, a bordo tampoco no tenían agua potable, comida, o combustible. Después de apenas un par de horas a la deriva, estalló el barco. La mayoría de los investigadores creen que un torpedo soviético alcanzó y hundió al Struma. Los turcos no enviaron embarcaciones de salvamento hasta la mañana siguiente, sólo pudieron  rescatar a un superviviente (David Stoliar). Los otros 767 pasajeros fallecieron.

 

Día D: Realidades poliédricas

8 Jun

Quienes frecuentan este blog o los que alguna vez hasta me oyen en clase sabrán que tengo una serie de debilidades en lo que a lecturas e historiadores se refiere. Alguna vez me habréis oído hablar o escribir de Jacinto Antón, uno de mis referentes peridísticos, alguien que ya ha ocupado algún que otro post en este blog. Lo traigo de nuevo aquí porque en la edición de hoy (8/6/2009) del diario El País ha publicado un artículo acerca del último libro de Anthony Beevor (otra de mis debilidades), dedicado al desembarco de Normandía.

Soldados británicos en la playa Sword, 6 de junio de 1945

Soldados británicos en la playa Sword, 6 de junio de 1945

Esta publicación, como otras anteriores de este historiador británico, aporta nuevas visiones de un importante asuceso histórico, en este caso el Desembarco de Normandía o la apertura de un frente en el flanco occidental del continente europeo. Como he dicho reiteradas veces en clase las realidades son poliédricas, tiene más de una posible visión. Y ese es el caso del desembarco de Normandía. Ese éxito aliado tenía que tener más de una lectura, algo que tenía que ir más allá de la visión que nos había aportado, fundamentalmente, Cornelius Ryan, que desembarcó como reportero en ese momento histórico y al que tanto debe Hollywood.

Por si os pica el leeros el libro aquí os dejo la reseña de Jacinto Antón

Nueva visión sobre Normandía

Semprum en Buchenwald

8 Jun

El III Ejército USA entra en Buchenwald, abril de 1945

El III Ejército USA entra en Buchenwald, abril de 1945

En días pasados uno de vostros pregutnaba en clase por el papel de España en la II Guerra Mundial. Oficialmente éste fue inexistente o rematadamente marginal. en otro orden de cosas podríamos hablar de la entrevista de Hendaya, de la exportación de materias primas estratégicas a Alemania, de la utilización de puertos españoles como base de avituallamiento de la Kriegsmarine, de la División Azul o de los republicanos españoles que combatieron junto a los aliados, como voluntarios en los ejércitos nacionales o como miembros de las diferentes resistencias.

No podemos olvidar, y creo que es lo más importante de nuestra participación en la II Guerra Mundial, a los españoles internados en campos de concentración y exterminio nazis. Recuerdo ahora al abuelo de una antiguo alumno mío Jorge Pérez Troya, internado en Mauthausen. Sin embargo, si hay un español famoso de los internados en los campos de la muerte éste fue Jorge Semprún, escritor y ex-ministro de cultura en los gobiernos socialistas de Felipe González. Este fin de semana ha publicado un estupendo artículo en el diario El País, un artículo que recupera el levantamiento de los internados en este campo en abril de 1945, pero también recupera el papel de las fuerzas del III Ejército nortemaericano del general Patton en la liberación de dicho campo.

Aquí os lo dejo, que lo disfrutéis.

Bienvenido, presidente

Lili Marleen: una canción, dos bandos

26 May

En 1937, el poeta alemán Hans Leipp publicó por primera vez el poema de Lili Marleen, 22 años después de haberlo escrito. Lili Marleen no es sólo una historia de amor, sino también una triste despedida, ya que el soldado protagonista de la canción que entregó su corazón a las dos jóvenes tiene que marchar al frente. A nadie le interesó durante el periodo de entreguerras. En los felices años 20 no había lugar para poemas melancólicos, la guerra había quedado atrás y nadie quería recordar las penurias de aquellos años.

En 1938, el compositor alemán Norbert Schultze le puso música al texto, y en 1939, una joven y aún desconocida Lale Andersen grabó el primer disco de Lili Marleen. Los nazis prohibieron la canción al considerarla de «carácter funesto», pero esta vez Lili Marleen no volvería a caer en el olvido. La segunda guerra mundial lanzó al estrellato a Lili Marleen. 

Lale Andersen

Lale Andersen

Un suboficial de una compañía alemana de reconocimiento acorazado que tenía el disco la dejó oír un día en una reunión informal en el cuartel y gustó tanto a sus compañeros que fue adoptada como canción de la compañía. El grupo fue enviado en la primavera de 1941 al frente del norte de África, formando parte del Afrika Korps, el ejército comandado por el Mariscal de campo Erwin Rommel. Ese mismo año, uno de los oficiales de ese cuerpo de ejército, el teniente Karl Heinz Reintgen, fue trasladado a Belgrado (Yugoslavia) para hacerse cargo de la dirección de la emisora militar de esta ciudad y se llevó consigo el disco de Lilí Marleen. Desde allí emitió la canción por primera vez el día 18 de agosto de 1941, dedicándola a sus compañeros que se encontraban en el desierto norteafricano. A Rommel le gustó mucho la composición y pidió que se incluyera habitualmente en las emisiones de la radio. Comenzó a tener un gran éxito y desde todos los frentes llegaron peticiones para que se emitiera, de modo que la emisora comenzó a radiarla todos los días a las 21 horas 57 minutos, como cierre de su programación. Debido a la potencia de la emisora, los soldados aliados también escucharon la canción y el tema fue adoptado en ambos frentes. Así, los soldados alemanes se sorprendieron cuando al hacer prisioneros enemigos comprobaban que conocían la canción.

Erwin Rommel, comandante en jefe del Afrika Korps

Erwin Rommel, comandante en jefe del Afrika Korps

  Fue la canción favorita de los soldados, independientemente del frente, y se tarareaba entre las trincheras en todos los idiomas: en inglés fue cantada por la misma Lale Andersen en 1942. En 1943, la BBC emitió una versión paródica en contra de Hitler cantada por Lucy Mannheim y con la misma música de Schultze pero con una letra, reducida de cinco a cuatro estrofas, de autor desconocido. En 1944 fue cantada por Anne Shelton y posteriormente por Vera Lynn, cuya versión se radiaba desde la BBC de Londres en trasmisiones para el ejército aliado. El VIII Ejército británico (destinado al Norte de África para combatir al Afrika Korps alemán) adoptó la canción, que comenzó a cantarse en cuarteles y hospitales militares. Ese mismo año, la versión del cantante Perry Como ocupó el puesto nº 13 en el ranking de los Estados Unidos. En 1945, la actriz y cantante Marlene Dietrich también grabó una versión en inglés.

   
Marlene Dietrich con las tropas americanas durante la II GM

Marlene Dietrich con las tropas americanas durante la II GM

 

 La canción fue sacada de las radios alemanas luego de la derrota de Stalingrado, pues las autoridades adujeron que la canción ya no les daba el coraje suficiente a las tropas del Führer, pero para entonces la canción ya era casi de patrimonio mundial, traducida a más de veinte idiomas.En francés fue cantada por Suzy Solidor; en italiano por Milly y Meme Bianchi; en húngaro por Ilona Nagykovácsi; en finés por Georg Malmsten (1942) y en danés por Lou Bandy (1942). Durante la II Guerra Mundial se elaboró una verrsión española (que no en español) que era cantada por los soldados de la División Azul

Página oficial de Lili Marleen

Vídeo de la canción hecho con imágenes de soldados alemanes en la II GM

 Letra en alemán

Vor der Kaserne
Vor dem großen Tor
Stand eine Laterne
Und steht sie noch davor
So woll’n wir uns da wieder seh’n
Bei der Laterne wollen wir steh’n
Wie einst Lili Marleen,
Wie einst Lili Marleen.

Unsere beide Schatten
Sah’n wie einer aus
Daß wir so lieb uns hatten
Das sah man gleich daraus
Und alle Leute soll’n es seh’n
Wenn wir bei der Laterne steh’n
Wie einst Lili Marleen,
Wie einst Lili Marleen.

Schon rief der Posten,
Sie blasen Zapfenstreich
Das kann drei Tage kosten
Kam’rad, ich komm sogleich
Da sagten wir auf Wiedersehen
Wie gerne wollt ich mit dir geh’n
Wie einst Lili Marleen,
Wie einst Lili Marleen.

Deine Schritte kennt sie,
Deinen zieren Gang
Alle Abend brennt sie,
Doch mich vergaß sie lang
Und sollte mir ein Leids gescheh’n                  
Wer wird bei der Laterne stehen
Mit dir Lili Marleen,
Mit dir Lili Marleen?

Aus dem stillen Raume,
Aus der Erde Grund
Hebt mich wie im Traume
Dein verliebter Mund
Wenn sich die späten Nebel drehn
Werd’ ich bei der Laterne steh’n
Wie einst Lili Marleen,
Wie einst Lili Marleen.

Traducción al español

Bajo la linterna, frente a mi cuartel
Sé que tu me esperas, mi dulce amado bien…
Y tu corazón al susurrar
Bajo el farol, latiendo está…
Lili… Mi luz de fe
Eres tú… Lili Marlene

 Cuando llega un parte y debo marchar
Sin saber querida, si podré regresar…
Y sé que me esperas siempre fiel
Bajo el farol, frente al cuartel…
Lili… Mi luz de fe.
Eres tú… Lili Marlene…

 Si en el frente me hallo, lejos ¡ay! de ti
Oigo que tus pasos se acercan junto a mí…
Y sé que allá me esperas tú
Junto al farol… plena de luz
Lili… Mi dulce bien
Eres tú Lili Marlene