Quitose el Emperador sus prendas, y los dos simularon ponerle las diversas piezas del vestido nuevo, que pretendían haber terminado poco antes. Y cogiendo al Emperador por la cintura, hicieron como si le atasen algo, la cola seguramente; y el Monarca todo era dar vueltas ante el espejo”.
Espero que conozcáis este cuento. En el mismo unos tipos muy avispados engañan a un vanidoso gobernante y le hace vestir un traje invisible que sólo pueden ver aquellos que tienen una «inteligencia superior», los tontos no ven la magnificencia de su vestuario. En realidad, como todos deberíais saber, el emperador estaba desnudo.
La revista Time ha publicado un reportaje que me ha hecho recordar este estupendo cuento de Hans Christian Andersen; en dicho reportaje se pasa revista a los diez líderes mundiales peor vestidos. Hombre, como decía Héctor Yánovar, sobre gustos no hay nada leído, la elección de estos diez tipos es bastante subjetiva, pero observándolos de la manera más objetiva la verdad es que parece que los vistan sastres amigos o conocidos de los del cuento.
Uno de los elegidos me causó una terrible impresión de niño, fue en el entierro de Franco, cuando Pinochet apareció vestido con esa capa a medio camino entre Darth Vader y Drácula. La lista no tiene desperdicio: Pinochet, Evo Morales, Chávez, Gaddafi, Ahmadineyad, Putin, Kim Jong Il (gracias a los de Time por pensar en mí), Castro y sus increibles chándales y dos históricos: Mao Ze Dong y el emperador Bokassa
Genial Pinochet. Increíble lo que hizo por Chile, eliminando el terrorismo e insertándolo en el mundo globalizado. Me recuerda a Park Chung-hee, que hizo lo mismo con Corea Del Sur.
Obviaré el comentario sobre Pinochet para centrarme en Corea del Sur y Park Chung-hee: sinceramente, creo que han hecho más por esa nación los dirigentes democráticos que ha tenido en los últimos veinticinco años que el dictador Chung-hee. Hoy día Corea está entre las veinte naciones con el IDH (Índice de Desarrollo Humano) más alto de la Tierra. La Dictadura, la falta de libertades, nunca es una opción